Manual o instruccion para los subdelegados e inspectores en Chile.

Chile.

Date:: 1860

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Credit: Manual o instruccion para los subdelegados e inspectores en Chile. Source: Wellcome Collection.

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siguiente.—í¿En tal lugar, a tantos de tal mes i ano, el reo N. fue aprehendido el día tantos en esta subdelegaron por el Inspector !S., por haberse tenido noticia de que había cometido tal delito. Traído a mi pre- sencia, negó el hecho ; pero ha sido convencido por el testimonio de los testigos N. i N. i por otras pruebas, en virtud de lasque doi por pr< - bado que N. cometió el delito ya referido. En virtud de esto condeno al mencionado reo N. a que sufra tal pena.” Firman el Subdelegado, el reo i dos testigos. 65. Si pasados cinco dias no apelase el reo, se ejecuta la sentencia. Si apela dentro de dicho término, se le concede la apelación para ante el Subdelegado siguiente en el orden numérico ; i a fin de que el juez ad quein o de apelación tenga conocimiento de los antecedentes que dieron mérito a la condena de primera instancia, debe acompañarse a ésta cuando vaya en apelación un proceso verbal redactado, según el mo- delo aprobado por el Poder Ejecutivo i Suprema Corte de Justicia i pu- blicado en el Boletín toin. 5 n. 5 páj. 273. Este modelo copiado a la le- tra es como signe : aEn la villa del Parral el dia 18 de enero de 1832, ante mí D. N., Alcalde ordinario de dicha villa denunció José Martínez que Pablo Se- rrano había robado en la hacienda de Coripeumu una vaca pertenecien- te al dueño de dicha hacienda D. José Vega ; i en su consecuencia pa- sé inmediatamente a la citada hacienda, i habiendo rejistrado el rancho en que habita el citado Pablo Serrano encontré allí un cuero fresco todavía, i estacado detras del rancho (o escondido en un granero), i en dicho cuero reconocí una marca de esta figura...que es la misma con que señala su ganado el espresado D. José Vega. Inmediatamente me dirijí a apresar (o di orden a N. para que apresase i remitiese a mi 'disposición) a Serrano, i en seguida recibí juramento de José Martí- nez (que prometió por Dios nuestro Señor i su santa Cruz decir ver- dad de lo que supiere i le fuere preguntado), i con arreglo a mis pregun- tas dijo, que él mismo vio el dia de ayer al amanecer que Pablo Serrano enlazaba una vaca en el potrero de tal parte, en la hacienda de Cori- peumu, perteneciente a D. José Vega : que el declarante le reconvino a donde iba con ella, i el citado Serrano le contestó que tenia encargo del vaquero Antonio Montoya de llevarla al potrero de los Piuquenes ; pero el declarante sospechó que no podía ménos que ser aquel un robo ; i así lo comunicó a Domingo Tapia a quien pasó a visitar, i ambos se propusieron ir a espiar a Serrano, i siguiendo el rumbo hacia donde Mar- tínez le había visto dirijirse, llegando cerca de la quebrada tal encon- traron a dicho Serrano que venia con León Araya, trayendo éste un cuero fresco de vaca a las ancas del caballo, i Serrano una pierna de vaca. Habiendo el declarante i Tapia saludado, al pasar, a Araya i a Serrano, se dirijieron entonces a dar parte de lo que habían visto al va- quero de la hacienda, Antonio Montoya, i el declarante pasó a denun- 3