Manual o instruccion para los subdelegados e inspectores en Chile.

  • Chile.
Date:
1860
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Credit: Manual o instruccion para los subdelegados e inspectores en Chile. Source: Wellcome Collection.

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    6. y Si la injuria se hace por escrito (no hablamos ele las que son por la prensa) está sujeta a las mismas reglas dadas para las verbales. Pero si el papel injurioso se echa en las casas de los grandes señores o en las calles o en las iglesias, o en las plazas para que cada uno pueda leerlo, entonces la injuria hecha por medio de este papel que se lla- ma libelo famoso, es grave (18). CAPITULO VI. Del modo de proceder en los delitos leves. 62. Antes de entrar a esplicar este procedimiento creemos conve- niente advertir que los Inspectores no pueden sentenciar ninguna cau- sa criminal; porque el Reglamento de administración de justicia no les dá jurisdicción contenciosa, para sentenciar, mas que en causas civiles ; porque las funciones designadas por el Reglamento de justicia a los Prefectos pertenecen a los Subdelegados, según el decreto supremo de 26 de enero de 1836, inserto en el tom. 7. ° del Bol., páj. 29 ; i por- que el art. 3.° del decreto de 13 de marzo de 1837 no deroga el Re- glamento de justicia con arreglo al cual manda proceder, sino que solo hace una relación equivocada de lo que dispone dicho reglamento. Es pues indudable que los Inspectores no tienen autoridad para senten- ciar causas criminales, pues sus facultades se limitan en este punto a aprehender i sumariar a las delincuentes. 63. Teniendo el Subdelegado noticia de que se ha cometido algún delito leve cuyos perpetradores deban ser perseguidos i castigados de oficio, indagará la verdad del hecho, tomando declaración jurada ales testigos que se hallaron presentes o que estén bien instruidos de la ac- ción criminal; i descubriendo quien es el delincuente, aprehenderá. Puesto el reo en prisión, le tomará el juez su confesión, haciéndole los cargos que resulten de las declaraciones de los testigos, los cuales ha- rá el juez que de nuevo juren delante del reo i repitan sus declaracio- nes. Se comprobará también delante del reo la existencia del hecho cri- minal, como trayendo a su presencia al herido i el cuchillo, la cosa robada i hallada en casa del reo vendida por él a alguno, etc. Hechas todas estas dilijencias, preguntará el juez al reo qué tiene que alegar en su defensa. I si alegase algunos hechos que le puedan favorecer, se esclarecerán. Si citare algunos testigos, se les tomarán sus declaracio- nes. En fin evacuadas todas las dilijencias que se hayan creido favora- bles «d feo, el juez le hará saber que dá por concluido el proceso, i que va a pronunciar sentencia. 64. Esta se estiende en el libro que el juez debe llevar en la forma (18) Lei 3. , tit.!), parí. 7.« )