De las fracturas del cráneo y de la trepanación : estudio clínico / por D. Enrique de Areilza.

  • Areilza, Enrique de.
Date:
1887
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Credit: De las fracturas del cráneo y de la trepanación : estudio clínico / por D. Enrique de Areilza. Source: Wellcome Collection.

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    también algo sobre la parietal ascendente. No hubo conmoción cerebral ni fenómenos intelectuales de ninguna clase; sólo se notó desde el momento una debilidad muy grande para mover la pierna derecha y una impotencia completa para los movimientos de pro- nación y supinación del antebrazo, así como para la flexión y ex- tensión de la mano y de los dedos: en una palabra, había parálisis completa de los miísculos del antebrazo y de la mano, mientras que estaban intactos los músculos del brazo. Era muy difícil limi- tar la parálisis del miembro inferior : se reducía á una paresia de los músculos, tanto del muslo como de la pierna, manifestada por cansancio más que por verdadera impotencia. Pero el síntoma más importante, que también se presentó desde el principio, fué la afa- sia : no podía pronunciar las palabras y tartamudeaba mucho; recordaba con dificultad el nombre de los objetos, combinándose en él, por consiguiente, las variedades de afasia, amnésica, atáxica y parafáxica; por lo demás comprendía perfectamente cuanto se le decía. En vista de los fenómenos de compresión local del cerebro, intervinimos para remediarlo, bastando introducir una palanca por la fisura ósea y levantar luego el hueso hundido, que lo estaba todo en una pieza; no consideramos necesario extraerlo, una vez puesto al nivel del resto del cráneo. Recobró paulatinamente los movimientos y la palabra perdida, y á los ocho días de la ope- ración estaba restablecido del todo de estas manifestaciones sinto- máticas. La herida y fractura del cráneo se curaron con rapidez, sin que hasta la fecha haya vuelto á padecer accidente cerebral de ninguna clase. Observación número 3. — Fractura del parietal derecho. — Hundimiento de los fragmentos y síntomas graves de compresión.—Trepanación.— Curación. Pedro Barquín, de 17 años, natural de Soria, fué herido en la cabeza por una piedra desprendida de un barreno el 26 de Setiem- bre de 1882; entró en este Hospital el mismo día y presentaba los síntomas siguientes : una herida longitudinal y magullada encima del parietal derecho con fractura y hundimiento del mismo hueso, el cual, aunque irregular, parecíase algo á un cuadrado de cuatro centímetros de lado y tenía más de un centímetro de profundidad, hallándose á siete centímetros de la línea bi-auricular y á cinco de la antero-posterior; de manera que comprimía la raíz anterior del pliegue curvo y lóbulo del mismo. El enfermo contestaba difícil- mente á las preguntas en medio de su profundo sopor; la respira-