Mal de la rosa : su historia, causa, casos, curación / Dr Gaspar Casál ; prólogo del Prof. Dr. don Jaime Peyrí Rocamora ; epílogo del Dr. don Fidel Fernández Martínez.

  • Casál, Gaspar, 1680-1759.
Date:
1936
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Credit: Mal de la rosa : su historia, causa, casos, curación / Dr Gaspar Casál ; prólogo del Prof. Dr. don Jaime Peyrí Rocamora ; epílogo del Dr. don Fidel Fernández Martínez. Source: Wellcome Collection.

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    ruido en el concierto de los grandes pueblos, como ase¬ gura el Dr. Rovsing (l), para justificar la poca aceptación de sus teorías. Lo que ocurre es que a Gafequt, como a CASAL, como a la mayor parte de nuestros sabios, les falto el sentido universal, sin el que la ciencia parece irremisiblemente como cosa viva; aunque pueda conser varse como una pieza de museo. t Toda labor que quiera encerrarse en los estrechos límites del regionalismo geográfico, o del recinto espiri¬ tual de razas, idiomas o religiones, es una labor irrem - diablemente perecedera e ineficaz. Por eso, no brillo en la Edad Media la ciencia de El Gafequi; como no ba bri¬ llado más tarde la de CASAL, ni en época contempo¬ ránea la de Letamendi. Por lo contrario, los libros del español Abulcasis se discutieron durante muchos siglos en Europa, y los trabajos de Ramón y Cajal ha dado la vuelta al mundo, paseando el nombre de Espan por todas las latitudes del Planeta. Solemos confundir, con lamentables resultados, ios términos “Ciencia” y “Escuela”. La ciencia, es un cuerpo de doctrina, metódicamente ordenado, que cons¬ tituye un ramo muy extenso del saber humano. Escuela, es el conjunto de métodos, estilos o gustos que imprime a sus trabajos un grupo de estudiosos. Aquella, es ne¬ cesariamente universal, y no puede encajarse en e molde artificial de una frontera. Esta, es, al contrario, una manifestación localista de los que coinciden en la misma enseñanza, con análoga orientación, o apoyán¬ dose en principios especiales, que forman parte del gran concepto general. , Podemos y debemos hacer Escuela Española, com dentro de la nación debe haber escuelas regionales, que sientan el estímulo de una noble y cordial emulación. Pero nuestros antepasados, confundiendo la Escuela con la “Ciencia”, cerraron la puerta del recinto naciona al espíritu investigador, y no injertaron su labor en la labor de todas partes. Por eso, repetimos, sus obras se enquistaron, y se han perdido para siempre, salvo cuando (1) PatKoáénie des calcula biliaiies. Masaon et Cío. Paria, 1925.